José Alperovich describió a lo largo de 300 carillas con texto, capturas de pantalla de chats e imágenes el supuesto plan orquestado en su contra mediante las denuncias de la presunta violación que presentó su sobrina y ex colaboradora. El senador implicó en esta hipotética maniobra delictiva a dos funcionarios públicos oficialistas, el concejal de la capital, David Mizrahi, y el diputado nacional Carlos Cisneros, y al abogado Gustavo Morales. El escrito y las pruebas ingresaron el 31 de enero al despacho de feria y, luego, fueron derivados al Juzgado de Instrucción en lo Penal N°2 de esta capital que encabeza Facundo Maggio: el ex gobernador pretende que el mismo juez a cargo de investigar el supuesto abuso sexual con acceso carnal desarrolle la pesquisa relativa a su querella. Maggio ya rechazó esa idea, que implicaría tratar a ambas partes como víctima e imputada, y la diferencia será zanjada por la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Instrucción (se informa por separado).
A lo largo de su extensa exposición, en la que pidió la citación de más de 50 testigos, entre ellos numerosos políticos y funcionarios, Alperovich negó hasta el cansancio haber violado a la hija de un primo, como llamó a su denunciante, y se empeñó en refutar cada letra de la imputación que le formuló aquella. “Es falso que la crisis psíquica y física a la que aludió tuviera origen en los supuestos abusos. Ello obedeció a la situación de violencia de género grave que le produjo una tercera persona, Mizrahi, con quien mantiene una relación de pareja que debe ser investigada”, afirmó el ex jefe de Estado, quien, por este escándalo, se vio obligado a pedir en el Senado una licencia sin goce de haberes hasta junio. Y añadió que el edil, que era una de sus “manos derechas” y militó en su vertiente política hasta la derrota electoral del año pasado -luego se enroló con el oficialismo-, “manipuló” e “instrumentalizó” a la joven para destrozarlo, como quería Cisneros. Alperovich expresó que Morales actuó como agitador de las denuncias de presunta violación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
LA GACETA consultó a todos los denunciados. Tanto el edil capitalino y ex secretario privado del senador como el diputado prefirieron no hacer comentarios. “Es una estrategia para correr el eje y dilatar la investigación de nuestra causa”, dijo la vocera de la denunciante, Milagro Mariona (se informa por separado). Morales, por su parte, negó la versión; dijo que el ex gobernador está “seriamente comprometido” en el proceso del presunto abuso sexual con acceso carnal y conectó al juez Maggio con el defensor Mariano Cúneo Libarona (se informa por separado). Este profesional firmó el descargo-querella junto con Alperovich y con el abogado Ariel Sosa.
“Lo más importante de todo es que aporto mucha prueba que acredita que es falso y mentira que la señorita (...) hubiera visto vulnerada su libertad sexual, o que hubiera mantenido con ella relaciones sexuales sin su consentimiento y con violencia, como denunció. Su relato no es coherente, lógico ni verosímil, y ocultó hechos relevantes para la reconstrucción de lo sucedido”, manifestó Alperovich, quien aclaró que esta querella era la que en su momento Cúneo Libarona promovió “con urgencia y por error” en Buenos Aires, mientras él estaba en el exterior, y que luego decidieron no ratificar.
La presentación introducida en la Justicia provincial incluye 33 páginas de recortes periodísticos; un disco compacto; cuatro cuadernillos con capturas de pantalla certificadas en sede notarial; copias simples de conversaciones de WhatsApp; fotografías contenidas en 94 páginas y un pendrive.
“Una porquería judicial”
Alperovich aseguró que el relato de su sobrina formaba parte de una operación de desprestigio de su persona concebida en forma calculada, incluso con el asesoramiento de especialistas en comunicación. “La denunciante es una mujer adulta; culta; preparada; universitaria; de una familia acomodada y con personalidad; que mantenía relaciones adultas con otras personas adultas; que estaba contenida, y que tenía apoyo familiar y de sus novios. Es ridículo suponer que, por alguna razón, se vio obligada durante más de un año y medio (del 14 de diciembre de 2017 a mayo de 2019) a mantener conmigo una relación laboral y personal en cuyo ámbito, según denunció, fue víctima de (al menos ocho) violentos hechos de abuso sexual sin solución de continuidad”, dijo. Y añadió: “estoy seguro de que esta porquería judicial tiene por objeto dañarme y destruirme, y fue planeada con mucha minuciosidad por mis enemigos políticos que se valieron de esta joven”.
El senador atribuyó a Mizrahi el haber “perturbado y enfermado por completo hasta físicamente” a su sobrina, a quien “captó y dominó” a su voluntad. “Ella misma aludió que Mizrahi la manipulaba; la maltrataba; la había insumido en una pesadilla; la tenía aleccionada; la dirigía y la confundía. Son sus palabras textuales”, refiere la contradenuncia. Agrega que el edil es “muy amigo” de Ricardo Santoro, abogado de la denunciante: “es obvio que le puso un profesional allegado y de confianza para que la domine e impulse sus denuncias en sede judicial”.
En cuanto a Cisneros, el senador dijo que “todo el mundo sabía” que existía una enemistad desde la década del 90 por cuestiones vinculadas al gremio bancario, al que aquel pertenece. El ex gobernador apuntó que el diputado manejaba un medio de comunicación que había anunciado la interposición de la denuncia de su sobrina y divulgado detalles de esta; que en un acto por el Día del Trabajador este lo había calificado de “hijo de puta”, y vaticinado que terminaría “preso” y “no podría caminar por la calle”.
“Es gente muy peligrosa, resentida, cuenta con poder y medios, y la guía una sed de venganza sin límites”, calificó.
Respecto del abogado Morales, el contradenunciante lo definió como un “pretenso político provincial” y “adversario declarado suyo”, que difundió la “inmundicia” en la capital del país. Alperovich dijo que el letrado lo había “denunciado hasta el hartazgo” y hasta pretendido enjuiciarlo políticamente por razones “disparatadas”, que siempre fueron desestimadas. “Pronunció las mismas patrañas y mentiras en todos lados con la clara intención de acrecentar el escándalo. Este señor no sólo dijo que yo debía ir a prisión, sino que cuestionó con falsedad a mi abogado; ‘metió miedo’ y presionó a los jueces y fiscales tucumanos que podían intervenir en la causa, e, inclusive, puso en duda la imparcialidad de la Corte provincial por si el proceso algún día llegaba allí”, dijo.
El detalle de las tildes
Alperovich expresó que Mizrahi y Morales tenían “una relación directa” con Cisneros, y que los tres habrían utilizado a su ex colaboradora: según su relato, el edil y el diputado expusieron su vínculo el 17 de octubre de 2019, mediante una fotografía que se sacaron en el Día de la Lealtad. “Estaban preparando el ataque”, reflexionó. El senador cargó a la cuenta de Cisneros la campaña de afiches en la provincia y en Buenos Aires con la consigna “por una Navidad sin violadores”: “tengo pruebas de que pagó la ofensiva pegatina (...) Esto demuestra que se trata de un plan de venganza orquestado. Las elecciones ya habían pasado y yo perdí por bastante margen. ¿Por qué razón, si no es con el exclusivo fin de hacerme daño, alguien invertiría tanta plata en estos afiches?”.
Con la misma lógica, Alperovich conjeturó que el modo en el que dieron a conocer las denuncias reflejaba “una organización previa” y recordó que hasta hubo una carta pública “que claramente no escribió” la denunciante. “Esta pieza entregada a la prensa tiene un alto nivel narrativo y literario, y me animo a decir que la redactó un especialista que, además, tiene buena pluma. Los escritos de la denuncia son muy malos, una verdadera porquería: hasta les falta la mayoría de las tildes. Las escribió un ignorante”, comparó. Alperovich apuntó que la misiva de la denunciante incluía frases y situaciones icónicas del movimiento #MeToo, y que a él le habían endilgado la expresión “mirá cómo me ponés” que le habían adjudicado a otra personalidad denunciada por presuntos abusos, el actor Juan Darthés.
“Gobernar una provincia por 12 años genera enemigos. Nunca pensé que pudieran ir por tanto. No pretendo atacar ni mucho menos desprestigiar a la denunciante, a quien respeto, pero debo probar que miente (...), y que se juntó con gente muy peligrosa de la política de Tucumán para arruinarme para siempre”, afirmó Alperovich. Y solicitó la investigación de Mizrahi, Cisneros y Morales por la supuesta comisión de los delitos de amenazas, coacción, inducción al falso testimonio y privación ilegítima de la libertad.
Mariona (vocera de la sobrina)
“Entendemos que es una estrategia para correr el eje y dilatar la investigación”
Milagro Mariona, vocera de la sobrina y denunciante de José Alperovich, negó en forma rotunda que la joven haya sido “instrumentalizada” para concretar un plan delictivo, como arguyó su tío en el descargo-querella que presentó en el Juzgado N°2 de Facundo Maggio. “Entendemos que esta es una estrategia para correr el eje y dilatar la investigación. Si la Justicia considera necesario investigar, que lo haga, pero nosotros estamos denunciando un abuso sexual que tiene que ser esclarecido”, dijo. Y añadió: “tratan (a la denunciante) como si no fuera una persona que es sujeto de derechos. Subestimarla y plantear que está siendo usada por otras personas, y desacreditar su testimonio no hace más que seguir exponiendo la violencia de género que ejercen. No hay trama secreta”.
El caso del supuesto abuso
Mariona precisó ayer que, aunque los avances eran lentos, no estaban disconformes con el trámite de la causa penal a cargo de Maggio. “Entendemos que las resoluciones hasta ahora vienen siendo favorables. Seguimos confiando en que, con verdad y honestidad, se puede pedir justicia”, dijo.
Gustavo Morales (Abogado)
“El senador está seriamente comprometido en la Justicia”
El abogado Gustavo Morales tomó con humor la noticia de que el senador José Alperovich lo había denunciado junto a dos oficialistas, el edil David Mizrahi y el diputado Carlos Cisneros, por la supuesta concepción del “plan delictivo” fundado en la acusación de un abuso sexual con acceso carnal (se informa por separado). “A Mizrahi ni siquiera lo conozco personalmente. Y con Cisneros hace exactamente seis años que no tengo trato, cuando concluyó mi relación con la Asociación Bancaria. Además, no soy peronista. A diferencia de Alperovich, tampoco soy un camaleón político. Si lo denuncié es porque tengo pleno conocimiento de la causa por supuesta violación y sé que el senador está seriamente comprometido, como indican los informes psicológico y tocoginecológico”, respondió -Mizrahi y Cisneros prefirieron guardar silencio-. Morales agregó que así como había denunciado por inhabilidad moral a Alperovich y a la senadora Beatriz Mirkin en la Cámara Alta, iba a querellar al primero por calumnias e injurias en cuanto viera su nombre en esta publicación.
El letrado también se refirió al juez Facundo Maggio, que está a cargo de la denuncia contra Alperovich y ya rechazó la tramitación de la querella: “este juez tiene relación directa con el defensor Mariano Cúneo Libarona: juntos, cuando el magistrado todavía era abogado, armaron una acción judicial en la Ciudad de Buenos Aires contra Roxana Teves a favor de Ana Lucía Jiménez, la hija del ministro público fiscal, Edmundo Jiménez, y de Carolina Severini, la denunciante de Teves. Así que Cúneo Libarona, entonces, bienvenido al campo de mis adversarios”. Morales expresó: “colorín colorado, este cuento no ha terminado. Si fuese una persona de bien, Alperovich debería renunciar a sus fueros. Y lo desafío a que los dos nos encontremos por el lapso de una hora en el café que está en la esquina de las calles Mendoza y 25 de Mayo para ver cuántos minutos puede estar él sentado allí sin que la ciudadanía lo increpe”.